Con la llegada de la situación que actualmente nos asola a todos, hay un gran predominio de personas que se encuentran con un frente que marca el bienestar de todo su día: la falta de descanso.
Las preocupaciones del día a día, la incertidumbre o diversas emociones, fobias y estados psicológicos que ya se venían arrastrando de antes de la pandemia, generan que muchas personas no puedan descansar, y desarrollen faltas de sueño muy acusadas.
El descanso es fundamental para que tanto nuestros órganos como nuestro cerebro, funcionen. Y también para que respondan mejor a los estímulos del entorno.
Cuando no se descansa bien, varias investigaciones científicas de la Universidad de Wisconsin, Pensilvania y un sinfín de estudios, plantean que se produce oxidación, inhibición de los procesos mentales correctos y muerte celular.
Cuando dormimos, nuestro cerebro depura numerosas toxinas. Si no tiene lugar este proceso, se acumulan proteínas y sustancias de deshecho que provocan daños, como las placas de amiloide que dan lugar al Alzheimer.
Aunque también se han visto otros efectos, como por ejemplo, la disminución de diversas regiones cerebrales.
Los estudios también demuestran una serie de inconvenientes y de consecuencias arraigadas a la falta de sueño, a las que debemos prestar especial atención:
- Envejecimiento de la piel: durante el sueño, la producción de elastina y colágeno es clave. Si disminuimos horas de sueño durante un período de tiempo prolongado, hay más síntomas de envejecimiento de la piel.
- Emociones turbulentas: con la falta de descanso, hay mayor probabilidad de mantener un ánimo irritable, donde todo moleste y las cosas tiendan a verse medio vacías o directamente vacías. Hay mayor predominio de tristeza y enfado por cualquier circunstancia. Las personas más cansadas tienden a no controlar sus impulsos, por lo que es fácil que tengan estallidos de ira.
- Afección en los procesos de aprendizaje: cuando no se descansa, hay una probabilidad enorme de que no se rinda correctamente. Algunos procesos de aprendizaje como la memoria, puede verse dañada. De forma que cueste retener información diaria o al estudiar.
-Disminución del funcionamiento del sistema inmunológico
-El sistema circulatorio se ve alterado: cuando no se descansa, hay una somnolencia que impide realizar las tareas de siempre de forma eficaz. Para ello, se tiende a acudir a pastillas vigorizantes que llevan un montón de sustancias para excitar el sistema circulatorio, bebidas o sustancias. De este modo, se juntan varios factores que pueden poner en riesgo la salud coronaria.
- Obesidad: hay mayor ansiedad por consumir alimentos calóricos. Generalmente azúcares, ya que éstos se asocian con el incremento de energía por medio de la glucemia. Lo cual va a generar un pico de subidas y bajadas de energía, fuerza y emociones. Se tiende a generar un círculo vicioso donde al final sólo se consumen calorías vacías y la sensación de vacío emocional, aumenta. El metabolismo se ve altamente afectado.
Ante la falta de sueño, algunos TRUCOS:
-Si no fueran suficientes, siempre se puede hacer una meditación a base de unir música tranquila con la respiración diafragmática.
-También una ducha de agua caliente con música tranquila y una exfoliación profunda con sal marina pura (no refinada), puede ayudar a que el Sistema Nervioso entre en mayor relajación.
Ana G.E.Robles ©
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