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Foto del escritorAna G.E.Robles

Cuando la falta de Inteligencia Emocional desmerece a la Inteligencia Cultural

Actualizado: 3 mar 2021

Hoy en día da la sensación de que cuanto uno más lee, más se informa, más estudia y más investiga, más inteligente o más prestigio social -que no individual- puede llegar a albergar.

Es una inteligencia a nivel cerebral, plástica, científico- racional. Muy interesante y necesaria si queremos estar al día, participar en conversaciones, conocer personalidades interesantes o mantener una conversación inter-cultural de cualquier índole o nutrir y alimentar nuestra mente. Es lo que llamaríamos de forma coloquial "listeza".


La Inteligencia está definida como "la capacidad que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad".


La Cultura es el mayor bien de una sociedad por su valor multi-dimensional: étnico, arqueológico, artístico, de avance de especies, histórico y un sinfín de dimensiones que vuelven de gran riqueza el estudio de las sociedades.


Pero hay algo que hace desmerecer todo esto por completo...



¿QUÉ HACE DESMERECER A LA CULTURA?

La falta de Inteligencia Emocional, la cual, puede ser definida como el conjunto de habilidades, capacidades, competencias, aptitudes, conocimientos y destrezas de un individuo para saber sobreponerse, adaptarse, flexibilizarse y resolver con éxito -mediante el uso de todas las dimensiones humanas-, cualquier momento, circunstancia y situación que se presente.


En algunas investigaciones de EEUU, he podido encontrar que las áreas corticales más desarrolladas en personas más inteligentes, dejaban entrever una cierta carencia más acusada en el área emocional. Teniendo más dificultad a la hora de resolver problemas de índole afectiva o en relación con la empatía, la cual, involucraba la interacción con otras personas.


CAUSAS QUE HACEN OBSERVAR BAJA INTELIGENCIA EMOCIONAL:

- Crítica: las críticas y el análisis hacia los demás sin tener en cuenta el propio, generan sensaciones de rechazo de forma generalizada.

- Incongruencia: ¿aquí dices blanco y allí negro a la vez? Esto puede que pase desapercibido, pero un buen observador lo captará.

- Doble Moral: la doble moral implica un estilo velado de manipulación emocional. Es muy imperceptible, pero hace falta observar muchísimo para poder llegar a dicha conclusión. La doble moral signfica que lo que estoy criticando o no estoy viendo bien aquí, lo realizó en mi ámbito privado o a otras personas. Es decir, lo que critico en un lado, lo apruebo en otro. Sería solapable al término incongruencia.


-Seducción para aumentar el ego: son personas cuyo fin justifica los medios. Necesitan ser admiradas y reconocidas por cualquier persona, tener presencia. Siempre incluyen una posición "superior", donde no piensan que haya personas que puedan no admirarles e incluso haber captado sus alardes de narcisismo, seducción peligrosa y armas emocionales que dejan en bajo grado su habilidad intelectual.

Lo he visto mucas veces en personalidades conocidas, destacando a algunos escritores famosos con ciertos premios relevantes. También en actores, actrices, historiadores, profesores, jefes y terapeutas.

- Necesidad de reconocimiento: ¿necesitas que constantemente tu entorno haga una evaluación sobre ti? Son personas que necesitan continuamente que su entorno -y, sobre todo personalidades famosas por su cierto alarde en narcisismo y baja autoestima, valoren constantemente cualquier ámbito de su personalidad. Sea el que sea-.

- Egocentrismo: el egocentrismo significa que las carencias emocionales y afectivas como son la falta de afecto, falta de aceptación, cariño o seguridad, van a provocar carencias que se necesitan llenar a partir de la excesiva necesidad del "yo". Quedando el "ellos" en un segundo plano. Son personas que tienen una relación estrecha con la baja -bajísima- autoestima y también con el narcisismo a partes muy iguales.

- Afán de superioridad: todos los puntos mencionados, llevan a ello. Necesitan sentirse superiores a la media, manifestando así, una "inteligencia" que nada tiene que ver con la realidad sino más bien sed por ser vistos.

- Narcisismo: su consideración del yo está muy por encima de la media, generando una verdadera forma de vida. Son personas que utilizan a las otras en su juego de ajedrez. Utilizan a las personas igual que si fueran peones. Sólo les interesa obtener de ellas algo. Al instante o al tiempo, se olvidarán y buscarán otras "víctimas" de las que poder nutrirse y saciarse. Todos los anteriores criterios vienen incluídos en este. Necesitan relacionarse con "las élites" de los sitios porque las personas corrientes les agotan o creen que no están a su altura. Manipulan y chantajean continuamente porque es el medio por el que creen obtener las cosas, y no aceptan un ”No” ante aquellas cosas que para ellos sean significativas.


Podría continuar con un sinfín de dimensiones que conformarían personalidades que anulan, de forma fulminante, el brillo que tiene la cultura por sí misma, las civilizaciones, sus tesoros, sus piedras, sus construcciones y sus obras de cualquier índole.

El exceso, a veces, de necesidad por ser reconocidos, está muy ligada con la anulación permanente de la Esencia sencilla e histórica que lleva aparejada la sapiencia verdadera.

Da gusto poder hablar con grandes historiadores e investigadores de los que siempre se puede aprender algo, cuya vocación va sustendada realmente a su sentido investigador sin afán de reconocimiento, famoseo, ni utilización de artes o dotes estratégicamente pensadas para que su sapiencia brille.


El objetivo es muy diferente: entre mostrar cultura para estar todos informados a mostrarla para que a uno le admiren. El tinte es sutil, pero delicadamente importante para realmente saber de qué maestros podemos aprender.


Da gusto conocer a los estudiosos que realmente están volcados en conocer y en saber para crecer de espíritu, y hacer que las civilizaciones crezcan en conocimientos para perpetuar así un avance global.


Esas personas admirables no por sus logros teñidos de carencia, sino por lo que consiguen con sencillez y humildad. Dos valores escasos -o demasiado escasos- hoy en día.


Ana G.E. Robles ©

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