En este breve artículo, te cuento 4 CLAVES importantes que debes conocer para comprender de dónde brotan tus emociones más inconscientes pero más profundas, duraderas y que más quebraderos de cabeza producen.
Los seres humanos nos movemos bajo un BINOMIO:
- MIEDO
- DESEO
1. EL MIEDO:
El miedo es la emoción que origina una sensación de angustia o de pérdida de control ante una situación, persona o cosa que provoca una estimulación nerviosa por la percepción de un peligro (real, imaginario, presente, pasado o futuro).
Desde el miedo, surgen ideas irracionales que son reales. Brotan de nuestro inconsciente con el único fin de ser sanados.
Los miedos se convierten en enemigos reales contra los que hay que luchar.
¿CUÁNTOS MIEDOS EXISTEN?
Tantos como personas hay. Los más predominantes, suelen ser:
- Miedo a no ser
- Miedo al miedo
- Miedo a la pérdida (este es el más común)
- Miedo a los insectos
- Miedo a las alturas
- Miedo a la muerte
Y un sinfín de miedos clasificados en el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders).
Podríamos considerar una serie de miedos inconscientes inherentes al ser humano:
- Miedo a no ser
- Miedo al miedo
- Miedo a la pérdida
- Miedo a la muerte
Serían los miedos de base considerados Troncales, los cuales, van a ir generando el resto de miedos.
¿PARA QUÉ SURGEN?
Desde una concepción inconsciente y muy profunda, casi imperceptible para el consciente, los seres humanos le tienen miedo a dejar de ser. A dejar de reconocerse como seres y, por ende, que todas sus dimensiones se vean alteradas o dejen de existir. Para ello, las personas desarrollamos miedos de una manera totalmente inconsciente que nos recuerden que debemos "salvarnos" o protegernos de aquellas circunstancias que sintamos como amenaza, y así mantener la Supervivencia.
2. EL DESEO
Es aquello que nos permitimos y que queremos conseguir. Lo que le da el sentido a nuestra vida, lo que le da sentido a las cosas que vivimos o anhelos de esperanza. Es uno de nuestros objetivos y fines últimos.
Los deseos son pequeñas recompensas ante este otro binomio que es el miedo.
A lo largo de nuestra vida nos movemos en ambas direcciones. En los miedos y en los deseos.
Aparejados a estos dos binomios. surgen otros dos:
- LAS EXPECTATIVAS
- LA FRUSTRACIÓN
Corresponden a una idealización desde el subconsciente - apoyada por el consciente- de aquellas cosas que queremos lograr y que, por ende, las revestimos de lo que nos da sentido. Las modelamos como queremos, las hacemos nuestras y las fabricamos en función de lo que nos hace sentir felicidad.
Se tiende a crear un Yo Ideal en lugar de un Yo Real.
¿Por qué surgen?
Porque la mente humana siempre o casi siempre vive en el pasado y en el futuro, pero muy pocas veces en el presente. En función de las experiencias del pasado que ya no queremos o que hicieron un daño, imaginamos un yo ideal para el futuro. La mente idealiza su yo, el cual, generalmente siempre es mejor que el del presente. En el futuro todo el mundo crea metas y se ve ganándolas, no habiendo espacio para la FRUSTRACIÓN.
4. LA FRUSTRACIÓN
Es una sensación perdurable en el tiempo, creada por estas tres emociones: ira, rabia y tristeza.
¿Cuándo surge? Cuando aquello que se había idealizado a partir de una expectativa (una pareja, una amistad, un trabajo, una situación, un viaje, una formación, un acontecimiento, etc) no se da o no se da como el sujeto quiere. Y, entonces, brotan dos emociones de esta sensación de fracaso: la ira y la tristeza.
-La ira: por el enfado de no haber logrado la consecución de aquello que se ha imaginado para cubrir o llenar una expectativa que, a su vez, llena una carencia o un vacío. Es una energía no expresada que nos muestra que aquello idealizado, no ha sido conseguido.
-La tristeza: por perdurar en el tiempo la sensación de ilusión-fracaso.
Todo ello se retroalimenta entre sí, provocando que muchas capacidades y habilidades del sujeto se vean menguadas. La persona tiende a dejar de crear porque antes de ver sus expectativas frustradas, frustra sus capacidades para seguir creando.
Aparejadas a estas cuatro claves, surgen los llamados VACÍOS. Porque una frustración es una carencia no llenada, y constantemente el ser humano busca sensaciones, experiencias o vínculos que llenen todas aquellas carencias o vacíos que han dejado otras experiencias.
Pero todo esto lo realizamos de forma inconsciente. Aunque se materializa a través del consciente.
IMPORTANTE: No son las personas las que nos fallan, ni los trabajos, ni las circunstancias, ni las situaciones. La responsabilidad no es externa sino interna. Cada cual crea el mundo conforme lo ve. Todo corresponde a una ley de compensación y equilibrio.
El ser humano tiende a responsabilizar al exterior de sus fracasos. Por eso, en la mayoría de entornos sociales, surgen: las discusiones, los malos entendidos, las rupturas entre parejas, los enfados, los celos, la ira y las amistades se terminan.
En realidad lo que pasa es enfado con uno mismo a un nivel muy imperceptible e inconsciente.
Al final se crea un malentendido entre lo que cada cual crea y espera. Sin embargo, LA CLAVE está siempre en el interior y en acudir a él, puesto que son cuestiones que se generan a un nivel muy inconsciente materializadas en el consciente. No se pueden controlar. Pero antes de que se desarrolle una ira o una tristeza, hemos de intentar reconocer de dónde han venido en otras ocasiones o qué las ha ocasionado, para así poder frenarlas antes de que sucedan y prevenir una frustración que suele asolar con las capacidades personales.
Ana G.E. Robles ©
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